Raúl Giménez, que fue presidente durante 18
años, hoy es el tesorero de la Institución y acerca datos sobre el
ferrocarril, que hoy y mañana comenzarán con los tradicionales viajes en
tren para los chicos y la familia.
En las vacaciones de invierno siempre se esperan estos viajes. Es
tradición ya para Rafaela y para la Asociación de Ferromodelistas y
Amigos del Ferrocarril de Rafaela (AFAFR) que tanto hoy como mañana,
comenzarán con los tradicionales viajes en tren desde Rafaela a Sa
Pereira.
Raúl Giménez, cumple el cargo de tesorero de la institución (a pesar de
que cuenta que allí todos son importantes y que los cargos no importan),
fue por 18 años el presidente (hoy el presidente es Rubén Aníboli) y
trazó un análisis de la actualidad. “La gente se acerca. Todos los
integrantes nos dedicamos a la actividad los días sábados o en algún
feriado. Tenemos muchas visitas, fundamentalmente de las escuelas,
cuando tocan el tema de los ferrocarriles”, cuenta.
En cuanto a la importancia de este lugar, Giménez fue claro y manifestó
que los más grandes, son los que valoran las piezas: “los chicos quizá
no le dan tanta importancia, pero los que sí valoran todo son las
personas mayores. Los que añoran el ferrocarril. Viene gente que siempre
termina con alguna anécdota y hay mucha gente que viene a alentarnos,
que se acuerda cuando eran chicos, gente de negocios”.
Hoy por hoy tienen material rodante, están terminando la autovía y tienen una locomotora con la cual ya conformaron un tren coche-comedor, y la idea es hacer viajecitos cortos como por ejemplo Rafaela –Lehmann, en un futuro. “Tenemos un lindo atractivo, los campos, hay casi 3 kilómetros de un monte tupido, porque la vía se cerró y el tren pasaría por un “túnel vegetal”. Pero se necesita plata”
Periodista de Los Angeles: “Hace tiempo vino un periodista de Los Angeles, California a ver el museo. Estaba con un intérprete de recorrida por todos los museos. A él le gustó mucho la antigüedad de todos los elementos, algo que ellos allá no encuentran muy a menudo. Tanto los telégrafos, como los faroles a kerosene”.
SOBRE EL INCENDIO
El 22 de abril de este año se incendió un vagón histórico en la sede de la ex Estación Ferrocarril General Belgrano -Av. Mitre y Francia-, donde también funciona el Museo Ferroviario de Rafaela. Un vagón de madera fabricado en 1904, y que pertenecía al ex Ferrocarril Central Norte Argentino. “Fue algo que todavía nosotros no podemos entender que fue lo que pasó. No pudimos averiguar absolutamente nada”, expresa con algo de nostalgia Giménez. Y agrega: “a veces lo hacen por maldad, por diversión, vaya uno a saber. El daño que nos hicieron fue tremendo. Ese coche era único, era de 1904, con camarotes, fabricados con robles norteamericanos. Uno entraba al vagón y sentía el olorcito de la madera todavía”.
Si bien no será lo mismo, se está tratando de repararlo. “Se puede, porque no se quemó toda la carrocería, sino unas maderas del techo. Pero se las pueden cambiar”, dice Giménez.
Hoy por hoy tienen material rodante, están terminando la autovía y tienen una locomotora con la cual ya conformaron un tren coche-comedor, y la idea es hacer viajecitos cortos como por ejemplo Rafaela –Lehmann, en un futuro. “Tenemos un lindo atractivo, los campos, hay casi 3 kilómetros de un monte tupido, porque la vía se cerró y el tren pasaría por un “túnel vegetal”. Pero se necesita plata”
Periodista de Los Angeles: “Hace tiempo vino un periodista de Los Angeles, California a ver el museo. Estaba con un intérprete de recorrida por todos los museos. A él le gustó mucho la antigüedad de todos los elementos, algo que ellos allá no encuentran muy a menudo. Tanto los telégrafos, como los faroles a kerosene”.
SOBRE EL INCENDIO
El 22 de abril de este año se incendió un vagón histórico en la sede de la ex Estación Ferrocarril General Belgrano -Av. Mitre y Francia-, donde también funciona el Museo Ferroviario de Rafaela. Un vagón de madera fabricado en 1904, y que pertenecía al ex Ferrocarril Central Norte Argentino. “Fue algo que todavía nosotros no podemos entender que fue lo que pasó. No pudimos averiguar absolutamente nada”, expresa con algo de nostalgia Giménez. Y agrega: “a veces lo hacen por maldad, por diversión, vaya uno a saber. El daño que nos hicieron fue tremendo. Ese coche era único, era de 1904, con camarotes, fabricados con robles norteamericanos. Uno entraba al vagón y sentía el olorcito de la madera todavía”.
Si bien no será lo mismo, se está tratando de repararlo. “Se puede, porque no se quemó toda la carrocería, sino unas maderas del techo. Pero se las pueden cambiar”, dice Giménez.
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